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Análisis del Samsung Galaxy M20: la batería, el gran punto a favor de un móvil más que correcto para la gama media-baja
¿Vale la pena el Samsung Galaxy M20? ¿Es el gama media-baja definitivo de Samsung? Lo hemos probado, y os ayudaremos a salir de dudas. Aquí está nuestro análisis del M20.
04 Julio 2019
|Samsung tenía un problema en los últimos años. Su dominio de la gama alta, con los Galaxy S, queda fuera de toda duda. Sin embargo, no terminaba de dar con la tecla en lo que respecta a la gama media-baja, móviles que al final, especialmente por motivos económicos, son a los que aspiran la mayoría de la población. Primero Huawei y luego Xiaomi le fueron comiendo terreno en este aspecto, hasta el punto de quedarse obsoleto. La serie J no triunfó, y a Samsung le tocó reinventarse.
La respuesta la tenemos en la serie A y la serie M. Precisamente hoy vamos a analizar uno de los modelos de esta última, el Samsung Galaxy M20. ¿Cumplirá con las expectativas? ¿Es un buen primer paso para intentar derrocar a Xiaomi en los móviles menos premium? Veámoslo.
Un diseño perfecto para un móvil asequible en 2019
Las primeras impresiones son siempre importantes, y el M20 entra bien por los ojos. Es moderno, con un diseño actual. La pantalla Infinity V lo hace posible, y los marcos finos (la barbilla inferior es algo más ancha pero nada especialmente importante) y el notch en forma de gota completan el conjunto, que cuenta con más del 80% de aprovechamiento. Sumado a que el móvil es enorme, de 6'3 pulgadas con formato 19.5:9, a primera vista el M20 es todo lo que le pedimos a un smartphone en 2019. El primer paso está dado.
Al cogerlo, los 186 gramos se notan. El móvil es pesado y tiene un grosor elevado, algo lógico teniendo en cuenta su batería, de la que hablaremos más adelante. El cuerpo es de plástico, clave en la reducción del precio, aunque no se notan demasiado las huellas, al menos para lo que podría ser, todo un punto a favor.
Tres tipos de desbloqueo, aunque no todos funcionan igual
Si encendemos el móvil, nos topamos con una pantalla IPS con resolución FullHD+ (2.340x1.080 píxeles), con un brillo y nitidez geniales y buena velocidad de acción a la hora de desenvolverse por el panel, pero con la incomprensible ausencia del LED de notificaciones, lo que te obligará a estar todo el rato desbloqueando el móvil para enterarte de las novedades. En el caso del M20, el desbloqueo se puede hacer de tres formas diferentes:
- Pin
- Reconocimiento facial
- Lector de huella
El pin funciona correctamente; con el resto hay algún pero que otro. El lector de huella directamente no es demasiado aconsejable, porque suele ser algo impreciso. Es mejor, por tanto, optar por el reconocimiento facial. Siempre y cuando sea de día, claro. Con poca luz o en espacios cerrados, las posibilidades de que la cámara frontal te reconozca descienden drásticamente, si es que te llega a detectar, por lo que muchas veces terminaremos desbloqueando el móvil con el pin, la opción que nunca falla.
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Cámaras: correcta con luz, deficiente sin ella
Cabe recordar que el Galaxy M20 pertenece a la gama media-baja, y las cámaras están adaptadas a este supuesto. Por tanto, ni la cámara dual trasera de 13MP f/1.9 + 5MP f/2.2 ni la frontal de 8MP f/2.0 chirrían a priori. Es más, se agradece que los smartphones más humildes vayan integrando la súper gran angular.
Cuando las fotos son en pleno día o con mucha luz, todo sigue yendo a la perfección. La interfaz de la cámara es sencilla, los siete modos (panorámica, belleza, retrato, automático, ráfaga, pro y stickers) nos permiten variar el tipo de instantánea que queremos y la calidad de las imágenes es buena (sobre todo si no forzamos mucho).
Ahora bien, a medida que cae el sol, las fotos irán empeorando progresivamente, especialmente en lo que respecta al al enfoque. En sitios con poca luz la situación será parecida. Lo comprobamos cuando fuimos a la Gamergy con el M20. Por muy buen pulso que tuviéramos, la cámara no acertaba a enfocar, incluso aunque sea un plano general, sin nada especial en lo que profundizar. A la hora de hacer zoom, el problema se agrava, y es prácticamente imposible obtener una instantánea decente.
Por tanto, el Galaxy M20 nos puede servir en condiciones de mucha luz, y el súper gran angular es un acierto. Pero por la noche, o en recintos con poca luminosidad, es casi mejor quedarte con el recuerdo en la mente en vez de intentar fotografiarlo.
Rendimiento interno: a veces con cumplir es suficiente
Sabemos que no podemos pedirle peras al olmo, y que si un móvil es barato es por algo. Por eso, en rasgos generales, el rendimiento del M20, con su procesador Exynos 7904 de ocho núcleos y GPU Mali-671, nos ha dejado satisfechos. Durante los días de prueba lo hemos podido usar sin grandes problemas. Algo inferior al Snapdragon 660, no es el chip más avanzado ni mucho menos, pero lo que realmente le interesa al usuario medio es si funciona como es debido, y la respuesta es afirmativa.
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También ayuda una RAM de 4GB y un almacenamiento de 64GB (con posibilidad de ampliación con microSD hasta los 512GB), lo que facilita la velocidad del dispositivo y nos permite de paso descargarnos lo que queramos sin mayor inconveniente.
En lo que respecta al apartado más puramente gamer, jugar no será un problema. A lo mejor nos encontramos con algún lag en los títulos más potentes, pero nunca se cortará. No decimos que sea un móvil creado para el mundo gamer, pero un jugador casual podrá disfrutar de cualquier juego perfectamente.
Sin embargo, y cambiando de tercio, que el sistema operativo todavía sea Oreo 8.1 sí es algo grave, especialmente cuando la mayoría de smartphones de la competencia llevan el Android 9.0 Pie. Aunque la actualización parece próxima, hasta entonces el software seguirá siendo un aspecto a mejorar.
La batería, su gran fortaleza
En un punto totalmente diferente se encuentra su batería, esta sí a la vanguardia de los móviles de gama media. 5.000 mAh, ni más ni menos, tienen la culpa. Con un rendimiento normal, el M20 te asegura tres días de autonomía, aunque pases fuera de casa la mayor parte del tiempo. Sí, tres días, habéis leído bien. Y a la hora de cargarlo, tardaréis poco más de dos horas en tenerlo completo. Teniendo en cuenta el tamaño de la batería, es una buena cifra.
La autonomía es el gran valor del Samsung Galaxy M20, y el principal motivo para tenerlo en cuenta. Pocos móviles similares hay en el mercado con un rendimiento de la batería como este. Imaginad la de horas que podéis pasar leyendo MENzig en el M20...
Buena conectividad, peor sonido
Tenemos de todo en cuanto a conectividad en el M20. Dos ranuras de tarjetas nanoSIM y microSD en un lateral, y puerto USB-C y minijack de auriculares en la parte de abajo, además de NFC, fundamental en pleno 2019 y que no todos los móviles de su gama traen consigo.
También en la parte de debajo del M20 nos encontramos con el altavoz. Un altavoz que se queda algo corto en lo que respecta al volumen, y cuya ubicación tampoco ayuda.