MPTM, el revolucionario robot capaz pasar de líquido a sólido y volver a su estado original
Construido por ingenieros chinos y estadounidenses, el robot puede llegar a tener aplicaciones en el campo de la medicina y la mecánica.
21 Febrero 2023
|Hay muchas cosas en la vida que solo parecen realizables en las películas de ciencia ficción. Cosas que son imposibles e increíbles hasta que de repente, un día cualquiera, los científicos consiguen convertirlas en realidad abriendo un mundo de posibilidades con sus numerosas aplicaciones.
En este caso, la nueva creación de un grupo de ingenieros ha conseguido recrear la famosa escena de 'Terminator 2' en el androide T-1000 atraviesa los barrotes de una celda pasando de sólido a líquido y otra vez a sólido. Es decir, han conseguido crear un robot que cambia de estado al antojo de los investigadores.
En el vídeo que han compartido, el robot, que es como una figura de LEGO metálica, parece atrapado en una pequeña cárcel, pero sorprendentemente se licua y arrastra su material hasta superar los barrotes, es entonces cuando se recompone y vuelve al inicial muñeco estilo LEGO. Todo este proceso lo hace a gran velocidad. Y no solo eso, el robot es magnético y es capaz de conducir la electricidad, con lo que sus aplicaciones son infinitas.
"Dar a los robots la capacidad de cambiar entre estado líquido y sólido les otorga más funcionalidad", apuntó Chengfeng Pan, ingeniero de la Universidad China de Hong Kong que dirigió el estudio, en una entrevista con EurekAlert, donde también ha comentado su inspiración en los pepinos de mar para llegar a esta investigación.
Materiales, aplicaciones y pruebas
El nombre que Chengfeng Pan y su equipo le han dado a la invención ha sido 'Máquina magnetoactiva de transición de fase sólido-líquido' o MPTM. En su creación han participado un grupo de ingenieros chinos y estadounidenses y el funcionamiento se basa en que el robot está formado por partículas magnéticas de neodimio incrustadas en galio, un metal que tiene un punto de fusión de 29,8ºC. Cuando se decide que se quiere pasar su estado a líquido se calienta por inducción, entonces basta con mover el campo magnético para manejar al robot, y para volver a su estado original se enfría levemente y se recompone.
No es el primer intento que se hace en materia de recomposición automática de materiales. Hasta ahora se había conseguido con fuentes de gran calor externas o con la aplicación de corrientes eléctricas. Es decir, de una manera más rudimentaria y lastrando sus aplicaciones. Además, el nuevo material tiene una fase extremadamente líquida en comparación con los anteriores componentes, que presentaban más viscosidad.
Lo más visto
Las pruebas a las que los ingenieros han sometido al robot son diversas, y van desde trepar muros y partirse por la mitad para cooperar entre sí hasta saltar grandes obstáculos. Y aunque ya nos podamos imaginar utilizando estas increíbles funcionalidades para muchísimas cosas, el autor principal del estudio, Carmel Majidim, de la Universidad Carnegie Mellon de EEUU, ha señalado que lo que han logrado son solo demostraciones puntuales y que aún harán falta muchos más estudios para, por ejemplo, profundizar sus usos administrando fármacos o extrayendo objetos en lugares de difícil acceso.
Algunas de las interesantísimas aplicaciones que podría conllevar el perfeccionamiento de esta clase de robots podrían ser la medicina, accediendo a sitios que el resto de maquinarias no podrían llegar haciendo la entrada muchísimo menos abrasiva y dañina. Lo mismo se podría aplicar no solo a las personas, sino a terrenos asolados por desastres climatológicos que necesitan una intervención rápida y cuidadosa. O para ensamblar y reparar circuitos inalámbricos, ya que puede actuar como soldador y conductor. O actuar de tornillo mecánico universal que ensamblara piezas en espacios muy reducidos, ya que solo se necesitaría encontrar el hueco en el que iría el tornillo y solidificarse dentro. El abanico de opciones que se abre, como vemos, es enorme.