Fairphone
Fairphone: porque un móvil más respetuoso con el planeta y las personas sí es posible
Generalmente, la revolución de la industria de la telefonía no va acompañada de una conciencia social y ecológica. Desde la compañía holandesa Fairphone se han propuesto a crear un móvil más justo y respetuoso con el medio ambiente.
18 Octubre 2019
|La evolución de la tecnología en la telefonía móvil no es tan evolutiva si la miramos desde un punto de vista ecológico y medioambiental. Los teléfonos son cada vez mejores, sus pantallas cada vez más grandes y sus procesadores cada vez más potentes. La relación inversa la encontramos en la vida útil, por ejemplo, pues para nadie es un secreto que hoy en día, en la mayoría de los casos, es más rentable comprar un móvil nuevo que reparar el que se nos ha roto. Es aquí donde la sostenibilidad se va al traste.
¿Es posible fabricar teléfonos de forma sostenible?
¿Cuál es la verdadera vida útil de un teléfono? Esta pregunta ya no es importante. Ahora lo que realmente nos inquieta es cuándo va a sacar nuestra marca favorita su nuevo móvil para poderlo comprar lo antes posible. La gran mayoría de fabricantes presenta, como mínimo, dos gama alta al año. Eso sin contar la enorme variedad de terminales que nos ofrecen por debajo de estas calidades.
Muchos cambian de móvil cada temporada, y quien pueda darse ese gusto, que lo disfrute, pero debemos ser conscientes del impacto que estos procesos de fabricación masiva pueden estar teniendo, no solo en el planeta, sino en los trabajadores que lo fabrican. Desde Fairphone, una marca de telefonía móvil, se han apersonado de la cuestión y es por eso que diseñan móviles 'más justos' y comprometidos con las personas y el planeta.
Fundada en Amsterdam en 2013 por Bas van Abel y Tessa Wernink, Fairphone es una empresa que desarrolla teléfonos inteligentes cuyo objetivo es crear una industria telefónica más justa y sostenible. La compañía nació a través de una iniciativa social que busca demostrar que es posible diseñar un móvil con buenas prestaciones, respetuoso con el medio ambiente y construido con materiales 'libres de conflicto'.
Un móvil completamente desmontable
Hasta al momento, Fairphone ha sacado tres dispositivos. Todos ellos han tenido algo en común y es que son fácilmente reparables. Por ejemplo, su último terminal, el Fairphone 3+, puede ser desmontado por cualquier usuario y la mayoría de sus piezas son reemplazables. De hecho, en la caja del móvil viene un pequeño destornillador con el que abrir el teléfono. Pantalla, altavoz, batería, botones, cámara. Prácticamente todo puede ser reemplazado a través de componentes que la empresa facilita en su web.
Así que, ya sea por deterioro o por accidentes, casi cualquier daño que se produzca en este teléfono es fácilmente reparable y a precios muy inferiores a los ofrecidos por otras marcas que no cuentan con sistemas tan sencillos. Con esto, desde la empresa holandesa consiguen que, frente a la escasa vida útil media de los smartphones, que no llega a los dos años, el Fairphone 3+ esté preparado para aguantar cinco. A través de su canal de YouTube, la marca ofrece incluso videotutoriales de cómo reparar el teléfono.
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Estrategia doble para un teléfono más justo
El objetivo de fabricar un teléfono de fácil reparación y, por tanto, más duradero, es reducir un proceso de fabricación que supone un impacto medioambiental importante. Además, con este sistema, Fairphone muestra su rechazo a la tendencia consumista que se ha apoderado por completo del mercado de la telefonía móvil.
De esta manera, la marca consigue disminuir, por lo menos por su parte, la desmesurada explotación y extracción de los minerales necesarios para la fabricación de los teléfonos móviles. No solo eso: los materiales usados buscan ser respetuosos con el medio ambiente. Entre ellos, destacan el plástico reciclado, el oro de comercio justo o el tungsteno extraído de manera sostenible. Incluso la caja está hecha con materiales reciclados. Donde todavía no han podido destacar es en la no utilización del cobalto, aunque desde la marca aseguran que están trabajando para poder prescindir de él en próximos modelos.
Por tanto, es evidente que el compromiso de la empresa con el medio ambiente es total y poco habitual, pero la cosa no acaba ahí: además, están concienciados con las condiciones sociales y laborales a las que se enfrentan los trabajadores. Cuando se refieren a materiales 'libres de conflicto', Fairphone busca no colaborar con aquellos mercados de la minería que directa o indirectamente contribuyen a las guerras locales.
Para fabricar un teléfono móvil son necesarios varios tipos de materiales y minerales que se extraen de países en conflicto, por lo que el control de las minas en estos territorios es clave para financiar las luchas políticas internas que tanta sangre derraman. No se trata solo de no colaborar con los conflictos armados, desde Fairphone afirman que no hacen la vista gorda, sino que quieren cambiar las cosas desde allí mismo, con cadenas de producción mucho más justas y con condiciones laborables buenas y comprobadas.
You can make a real difference in the fight against child labor.
— Fairphone (@Fairphone) October 10, 2018
Find out how to take action tomorrow ???? pic.twitter.com/0YtfBjYYsO
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Fairphone 3
Se trata de la última apuesta de la marca para demostrar que un mercado de telefonía móvil más justo y sostenible sí es posible. Siendo el tercer modelo que presenta la compañía, este dispositivo continúa con la línea de sus predecesores. Los Fairphone nunca destacaron por ser especialmente potentes y tal vez, se quedan algo cortos en hardware si los comparamos con teléfonos de prestaciones similares y precios más bajos, pero les ganan por goleada si hablamos de responsabilidad social y medioambiental-
El Fairphone 3 cuenta con una pantalla LCD Full HD+ de 5,65 pulgadas, fácilmente desmontable, como no podía ser de otra manera. Sus marcos son poco convencionales si los comparamos con los de los móviles actuales, que prácticamente no tienen. Tanto en la parte trasera como en la delantera destaca el logo de la marca, además de un mensaje bastante claro y diciente: "Change is in your hands" ("El cambio está en tus manos").
El procesador, un Snapdragon 632, es bastante modesto, pero acorde con una filosofía de ahorro energético. La RAM es de 4 GB y el almacenamiento, de 64 GB, ampliable hasta los 400GB con microSD. La batería, de 3.040 mAh, se puede sustituir por otra sin mayores complicaciones. En la página web, ponen a disposición del usuario toda las piezas que son reemplazables a precios que, a comparación con los de otras marcas, son realmente asequibles. La batería, por ejemplo, cuesta 29,95€ y el módulo para el altavoz 19,95€.
El dispositivo cuenta con un sensor de 48 MP con f/1.79 para la parte posterior y con un 16 MP f/2.0 para la cámara selfie. Además, en el aspecto de la conectividad no se han dejado casi nada, con USB-C, NFC, Bluetooth 5.0, además de lector de huella trasero y DualSim.
El precio a pagar por este móvil con prestaciones aceptables, pero con una conciencia social nunca antes vista, es de 469€. Puede que el Fairphone 3 no sea la mejor opción por prestaciones en su gama de precios, pero sin duda es la mejor apuesta por la sostenibilidad y el respeto por el planeta y las personas.