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La mejor guía del turismo espacial: opciones, precios, el futuro que les espera a estos viajes...
Viajar al espacio por placer ahora es posible. Varias empresas dedicadas al turismo espacial tienen una oferta muy tentadora para ir a ver la Tierra a más de 100.000 metros durante esta década. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre el turismo del futuro.
26 Julio 2021
|El mundo ha sido testigo de un hecho que nos acerca cada vez más a un sueño que comparten casi todos los seres humanos: viajar al espacio. Ojo, nos acerca cada vez más a los que no somos astronautas, hablando en general, porque, claro está, a la mayoría nos hace falta todavía algún que otro millón de dólares para cumplir ese sueño. El caso es que Jeff Bezos, a quien conocemos por fundar una empresa que te manda cosas a casa, hizo un viaje espacial de 'turismo' junto a tres tripulantes más en una nave construida por él mismo (bueno, más bien por una empresa suya).
Bezos fundó en el año 2000 Blue Origin, una empresa dedicada al transporte aeroespacial que tiene como principales objetivos los vuelos suborbitales y orbitales, tanto para misiones oficiales de EE.UU., como para vuelos privados al alcance de cualquiera que pueda pagarlos. Hay que destacar que Blue Origin no es ni la primera ni la única compañía que se dedica a los viajes espaciales por turismo. Hablando de magnates, cabe recordar que Elon Musk también tiene su propia empresa, SpaceX, la cual fundó hace casi 20 años con el objetivo de "colonizar otros planetas".
Los viajes al espacio 'por gusto' vienen de lejos
Lo de empezar a colonizar otros planetas todavía está complicado, pero lo que sí es una absoluta realidad es que el turismo espacial existe. Para que pueda ser considerado como tal, el viaje tiene que hacerse a más de 100 km de altura (línea de Kármán) según la comunidad internacional aeroespacial (para Estados Unidos, 80 kilómetros son suficientes). Esta distancia se considera la 'frontera' de la tierra con el espacio, por lo que allí ya podríamos ser extranjeros a un nivel superior. La nave de Bezos, bautizada como New Shepard, superó incluso esta barrera con 105 kilómetros.
Aunque estos conocidos multimillonarios hayan puesto de moda en los últimos años el gusto por viajar al espacio, la verdad es que no es algo precisamente nuevo. En el año 2001, la misión espacial ISS-02 Soyuz TM-32 pasaría a la historia por llevar al primer turista espacial. Dennis Tito, un exingeniero de la NASA que en su tiempo libre se dedicaba a las finanzas, llegando a amasar una de las mayores fortunas del mundo, tuvo el privilegio de ser el primer ser humano que viajaba al espacio meramente por placer. Y por placer estuvo allí más de una semana.
Tito llevaba más de 10 años intentando viajar al espacio, tanto a través de EEUU como de la antigua URSS, pero entre una cosa y otra ninguna de esas misiones salió adelante. No fue hasta 2001, de la mano de los rusos, que el magnate de Wall Street pudo cumplir su gran sueño. Esta misión también estuvo a punto de fracasar por las presiones en contra de la NASA, pero el enorme poder espacial de Rusia para la época, herencia de la URSS, y los para nada despreciables 20 millones de dólares que pagó Tito le sirvieron para alcanzar el espacio. Como dato curioso, el multimillonario, a falta de otros quehaceres, acabó haciendo las veces de cocinero y de camarero.
Después de Dennis Tito, hubo algunos cuantos turistas espaciales más (seis en concreto hasta 2009), todos ellos con unos ingresos un 'poco' por encima del salario mínimo interprofesional de la época. Después del año 2009 y hasta ahora, ha habido un parón importante en este tipo de viajes. En los últimos años, gracias a tres súper magnates aficionados al espacio, han vuelto a cobrar gran fuerza. Junto a los dos que ya no hace falta mencionar, está el británico Richard Branson, fundador de la compañía Virgin Galactic, con la cual hizo su viaje al espacio dos días antes que Bezos, aunque no alcanzó la barrera de los 100 km.
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¿Cuál es la oferta real de viajes al espacio?
Así pues, en este momento son varias las empresas que están invirtiendo e investigando en los viajes espaciales por turismo, aunque hay tres que destacan sobre las demás: las ya mencionadas Blue Origin, Virgin Galactic y SpaceX. El fundador de la última, Elon Musk, no pudo quedarse atrás de sus 'competidores' este año y anunció su propio viaje al espacio a finales de 2021 en la misión Inspiration4 (SpaceX ya hizo otros viajes anteriormente). La diferencia es que, al menos de momento, Musk no ha mostrado intenciones de formar parte de la tripulación.
Estando así las cosas, sabemos que la oferta no es muy amplia, pero sí interesante. Por ejemplo, Virgin Galactic, a diferencia de sus competidores, ha construido una nave, la Spaceship Two, que no se parece en absoluto a las 'cápsulas' de sus competidores. Se trata de un pequeño avión de motor de cohete con capacidad para ocho personas: dos pilotos y seis pasajeros. De este modelo se habían construido dos unidades, pero una se estrelló hace algunos años durante un vuelo de prueba, a causa de un fallo humano.
Virgin Galaxy tiene muy claro el tipo de experiencia que quiere a ofrecer a sus clientes: la vista de la curva de la tierra y la sensación de ingrevidez que experientarán pasada la línea de Kármán. Por su parte, SpaceX tiene un recorrido mayor al de sus competidores, aunque ningun proyecto ha tenido la envergadura del Starship, que, según el propio Musk algún día volará a la Luna y también a Marte. De hecho, para el primer viaje a la Luna, ya hay una reserva. Se trata de Yukasu Maezawa, un empresario japonés con una fortuna estimada en 2.000 millones de dólares.
El viaje a la Luna, según previsiones, no será hasta 2023. Lo que sí se sabe casi con certeza es que Maezawa ocupará prácticamente todas las plazas con sus invitados (alrededor de una docena). Mientras tanto, SpaceX sigue trabajando en otras misiones como la prevista para finales de 2021 en la que se enviará a cuatro viajeros al espacio a bordo de la cápsula Dragon. El viaje, que durará tres días, promete ofrecer una experiencia increíble al sustituir el mecanismo de amarre de proa por una cúpula transparente, de manera que las vistas sean lo más espectaculares posible.
Un año más tarde, la Luna acogerá una nueva nave, esta vez la Blue Moon de Jeff Bezos. Así la presentó el dueño de Amazon en 2019, al más puro estilo Wall-E: "Nos estamos quedando sin energía en la Tierra. Para su propio beneficio, debemos volver a la Luna, esta vez para quedarnos allí". Blue Moon será el primer paso del proyecto definitivo, vivir en la Luna. De momento, para 2024 el objetivo es simplemente ir y volver a nuestro satélite natural.
¿Hoteles en el espacio? También es posible
Por si pasar unos días contemplando las vistas de la Tierra desde el espacio, la construcción de los primeros hoteles espaciales también es un hecho. El Voyager Station, como se llamará el primero de todos, empezará a construirse en 2026 y abrirá sus puertas al año siguiente. La estación contará con 24 módulos que formarán una rueda giratoria que orbitará alrededor de la Tierra. Esto último, para conseguir simular una gravedad que permita a los huéspedes hacer una vida 'normal', sin estar flotando todo el día. Eso sí, habrá zonas especiales para hacerlo.
Una de esas zonas anti gravedad será el gimnasio, que contará con siete metros de altura para poder hacer deporte de una manera un tanto diferente. El Voyager dispondrá de villas y suits de lujo para alquilar e incluso para comprar, como quien adquiere una casa en la playa para pasar las vacaciones. Las villas en concreto tendrán hasta 500 metros cuadrados, tres baños, cocina y plaza para hasta 16 personas.
Hablemos ahora de precios: una suit del Voyager podría costar alrededor de 5 millones de dólares por tres días. No obstante, el objetivo de la compañía es rebajar ese precio para que se asemeje más al de "un crucero o un viaje de Disneyland", o al menos eso dicen. Si hablamos solo de los viajes espaciales, sabemos que uno de los acompañantes de Bezos pagó 23 millones por su billete, y eso que fueron solo unos minutos. Hay tener en cuenta que ese billete fue vendido casi a última hora y por subasta, aunque mirando los 55 millones que SpaceX cobraba por reserva en 2020, nos quedamos igual.
Si consultamos las tarifas de Virgin Galactic para sus viajes aún no programados, pero sí seguros, vemos que los precios bajan considerablemente. Se estima que las más de 600 reservas se hicieron por precios entre los 200.000 y los 300.000 dólares, aunque la compañía ya advirtió que los precios incrementarán. Esperamos que no tanto como el del viaje a la luna de SpaceX, que se estima en más de 100 millones. En cualquier caso, ahora sabemos que los viajes al espacio son posibles, aunque a la mayoría nos tocaría ahorrar unas cuantas vidas para costearlos. Eso, o que Jeff Bezos los meta dentro de la suscripción a Amazon Prime. Nunca se sabe.