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Facebook se hunde en bolsa y arrastra a las empresas con las que ha tenido relación, como Microsoft, Apple o Netflix
Facebook ha vivido el peor año de su historia en términos económicos y ha sido testigo de una fuga de usuarios europeos como consecuencia de todo lo que pasó con Cambridge Analytica. Por si fuera poco, algunas de las grandes empresas que también tuvieron acceso de forma irregular a la información personal de usuarios de Facebook, como Spotify, Microsoft o Apple, también han caído en bolsa.
26 Diciembre 2018
|"Los brazos de Foreman se extendieron a los lados como un hombre saltando de un avión con paracaídas". Así describió el gran periodista Norman Mailer la caída al ring de George Foreman tras recibir el último derechazo de Muhammad Ali en el histórico combate de 1974. 34 años después, es Mark Zuckerberg el que se encuentra contra las cuerdas, tratando de reponerse a los duros reveses sufridos y evitando desplomarse a la lona como hizo Foreman. No será fácil, pues aunque no haya recibido un puñetazo de Ali, se ha topado con un enemigo todavía más asfixiante: la Fiscalía, cuya denuncia ha propiciado su caída en Bolsa. Las acciones de Facebook han caído un 23% desde principios de año, en un 2018 marcado por los escándalos. Al borde del KO, la novedad es que está arrastrando a la deriva a todos aquellos que se relacionaron con él.
El escándalo de Cambridge Analytica
Tras realizar una serie de investigaciones, los periódicos The Guardian, The Observer y The New York Times revelaron la filtración ilegal que Facebook le había hecho a Cambridge Analytica, empresa británica que buscaba cambiar el comportamiento de la audiencia a través del análisis de datos, de información perteneciente a 87 millones de usuarios norteamericanos de la red social. El objetivo era monitorear el electorado estadounidense para la campaña presidencial de Donald Trump.
Pero la influencia del trabajo de Cambridge Analytica tampoco concluye en aquellas elecciones estadounidenses. La empresa también tuvo vínculos con AggregateIQ, compañía de análisis de datos utilizada por la organización británica Vote Leave, que hizo campaña a favor del Brexit. Por las filtraciones que Facebook le hizo a Cambridge Analytica, la red social fue multada con 500.000 libras, unos 554.247 euros aproximadamente.
A raíz de todo esto, Mark Zuckerberg tuvo que declarar ante el Senado de Estados Unidos y el Parlamento Europeo. Lo que el empresario no imaginaba es que las consecuencias de la noticia serían tan perjudiciales para su empresa.
Todos quieren su parte del pastel
Cambridge Analytica no fue la única empresa a la que Facebook filtró información personal de millones de usuarios. Según The New York times, la red social que controla información sobre aproximadamente 2,2 billones de perfiles compartió los datos de millones de personas con alrededor de 150 empresas, la mayoría de ellas tecnológicas. Algunas de estas compañías son Netflix, Microsoft, Sony, Apple, Amazon, Yahoo y Spotify. Muchas de ellas están cayendo en bolsa, arrastradas por el desplome de Facebook.
Facebook dio permiso a Bing, buscador de Microsoft, para acceder a los nombres los amigos de usuarios de Facebook sin consentimiento alguno. También dio consentimiento a Amazon para que obtuviera los nombres de usuarios e información sobre su contacto a través de usuarios amigos, y autorizó también a Yahoo para que pudiera ver publicaciones de los usuarios. Estos dos gigantes tecnológicos, al igual que Sony, pudieron acceder también a las direcciones de correo electrónico de muchos amigos de usuarios de Facebook.
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Facebook permitió que Spotify, Netflix y el Banco Real de Canadá pudieran leer, escribir y borrar mensajes privados de numerosos perfiles. Además, dio consentimiento a Apple para que ocultara a los usuarios que sus datos serían empleados por la compañía y para que accediera al número de teléfono y el calendario de los usuarios que actualizaron su cuenta para inhabilitar compartir su información personal. Casi nada.
No se veía un material azul tan suculento desde el final de 'Breaking Bad'. Al igual que Walter White, las empresas están empezando a pagarlo.
Periódicos estadounidenses y buscadores rusos, todos están metidos en el ajo
El diario norteamericano afirma que nueve medios de comunicación tuvieron acceso de forma irregular a datos personales de usuarios de Facebook, entre ellos el propio The Times. Según los documentos, hasta el año 2011 este periódico pudo acceder a las listas de amigos de usuarios para mejorar su aplicación para compartir artículos.
Como cualquier película de espías de los ochenta, en este caso Rusia también está presente. Según The New York Times, el buscador ruso Yandex tuvo acceso en 2017 al Sistema de Detección de Intrusos informático de Facebook después de que la red social dejase de compartir con ellos otras aplicaciones. Según un portavoz de Yandex, acusado por los servicios secretos ucranianos de proporcionar información de los usuarios al Kremlin, la empresa no era consciente de su capacidad de acceso y no conocía el motivo por el cual Facebook había permitido aquello.
La avaricia rompe el saco
La información personal constituye un elemento esencial en el modelo de negocio de muchas empresas. Los datos de los usuarios se compran y se venden como un bien más, pudiendo llegar a costar hasta 15 euros. La posesión de esta información personal es muy importante para las empresas que buscan expandirse y no encuentran nuevos mercados. Sin embargo, hacer negocios de forma ilegal con estos datos tiene sus consecuencias: aquellas compañías que se beneficiaron de la filtración de datos de Facebook, incluida la propia red social, han caído en bolsa después de que la Fiscalía de Washington denunciase a la compañía de Mark Zuckerberg.
Refinerías de datos
The Economist tituló un artículo sobre el negocio de la información personal de esta manera: 'La fuente más valiosa del mundo ya no es el petróleo, sino los datos'. Esto no solo funciona para las grandes empresas, también para los partidos políticos. Ya hemos visto cómo la campaña de Trump empleó el análisis de la información personal que había hecho Cambridge Analytica para diseñar su propaganda electoral. Pues bien, en España ha entrado en vigor la nueva Ley de Protección de Datos que permitirá a los partidos políticos recoger datos personales de los usuarios, sin su consentimiento, para efectuar perfiles ideológicos y enviar propaganda electoral adaptada a cada usuario.
Nuestros datos son materia prima muy valiosa para las grandes empresas y los partidos políticos. Cuando la maquinaria política y económica de una sociedad encalla, como ocurrió en 2008 por culpa de una crisis económica cuyas consecuencias aún padecemos, el sistema busca renovarse y no atiende a cuestiones éticas o morales. Sin embargo, no parece que jugar con nuestra información personal salga gratis. Y si no, que se lo digan a Mark Zuckerberg, cuya cabeza ha sido pedida ya por numerosos inversores que han sido testigos del peor año de la historia de la red social, con una caída en bolsa alarmante y una fuga de usuarios en Europa sin precedentes. El fundador de Facebook está ahora buscando agarrarse a las cuerdas del cuadrilátero y no caer como hizo Foreman aquella noche en Zaire. Que lo consiga es otra cosa.