Por qué CD Projekt se juega su futuro (y evitar su desaparición) con los nuevos The Witcher
El estudio polaco intentará recuperarse del fracaso de Cyberpunk 2077 con una nueva entrega de la saga que le trajo el éxito. Esta arriesgada apuesta determinará el futuro de la desarrolladora, para bien o para mal.
| 04 Octubre 2022
Muchos recordamos con cariño The Witcher 3: Wild Hunt y todas las horas de felicidad que trajo consigo, quizás demasiadas para el bien de nuestra vida social. Aunque ya habían hecho cosas bastante interesantes previamente, Marcin Iwinski y Michał Kiciński, fundadores de CD Projekt RED, alcanzaron fama y reconocimiento a nivel internacional con el lanzamiento en 2015 de la tercera parte de la adaptación a los videojuegos de la saga de fantasía literaria creada por Andrzej Sapkowski. The Witcher 3 fue galardonado con más de 800 premios, entre ellos el GOTY, y sentaron buena parte de las bases de los mundos abiertos tan habituales hoy en día en la industria del videojuego.
El haber creado un juego tan redondo y aclamado por crítica y fans tiene sus consecuencias, principalmente positivas en tanto difusión de marca, ingresos y beneficios, pero también te pone en el punto de mira de una manera que puede no siempre interesarte. El juego tuvo tal repercusión, que la inmensa mayoría conoce la saga de Geralt de Rivia por el videojuego antes que por las novelas originales. Entre ellos, Henry Cavill, encargado de dar vida al brujo en la serie de Netflix, quien reconoció en una entrevista con Jimmy Kimmel que descubrió que existían las novelas después de jugar varias veces The Witcher 3: Wild Hunt.
Cyberpunk 2077, el juego que dinamitó el prestigio conseguido con The Witcher
Antes incluso del lanzamiento de The Witcher 3 y el gran salto al estrellato, CD Projekt RED ya había anunciado el proyecto de Cyberpunk 2077, un juego de rol que vendría a revolucionar el género tratando de sumergirte en las calles de Night City. Conforme la fama del estudio fue creciendo, este proyecto fue generando una expectación sin precedentes, en parte también por una agresiva campaña de marketing posible ahora gracias a sus renovados fondos y atención mediática.
Pues bien, Cyberpunk 2077 pasó y pasará a la historia como uno de los mayores desastres en el mundo del videojuego. Lanzado finalmente el 10 de diciembre de 2020 tras varios retrasos, llegó al mercado repleto de bugs, fallos y una historia y jugabilidad que dejaban mucho que desear. Lo que pretendía ser un juego que marcara una época y un estilo, acabó por convertirse en una decepción con mayúsculas. Por si fuera poco, muchos empleados protestaron públicamente sobre las pobres condiciones laborales a las que fueron sometidos, las exigencias fuera de lugar y las presiones impuestas por sus directivos. Es decir, un caso más de crunch en la industria. Exigencias que vienen provocadas por un buen número de falsas promesas anunciadas durante la promoción del juego, forzando a los trabajadores a crear cosas totalmente desmedidas en tiempo récord y aun así siendo criticados tras no cumplir lo esperado en su lanzamiento.
Un lanzamiento que, debido a contratos con distribuidoras, no se pudo retrasar más, y provocó que se sacara al mercado un juego sin terminar. Esto no sentó, lógicamente, nada bien entre los consumidores. Era fácil entrar en cualquier tienda de segunda mano y encontrar copias y más copias del juego. El desastre fue tal que Sony retiró el juego temporalmente de la Play Store avergonzado por la situación, devolviendo el dinero a muchos que lo habían comprado en su versión digital. Tras numerosos parches que no consiguieron revertir la polémica inicial, Cyberpunk 2077 arrastró a CD Projekt a la indiferencia generalizada o, lo que es peor, a una concepción negativa del estudio de la que todavía no ha logrado recuperarse.
The Witcher 4, el chaleco salvavidas de CD Projekt RED
Llegados a este punto, y con el único fin de salvar la reputación y el futuro del estudio, CD Projekt RED ha optado por volver a lo que mejor se le dio: contar la historia de Geralt de Rivia. The Witcher 4 es ya una realidad y no solo un rumor. Una realidad que viene acompañada del motor gráfico más popular del momento, el Unreal Engine 5 de Epic Games, con el que explorar a fondo los Reinos del Norte. Poco o nada se sabe hasta la fecha del nuevo juego de la saga, pero sí hay una cosa clara: The Witcher 4 será el punto de inflexión en el devenir del estudio. Como Laporta con Xavi, CD Projekt sabe que el nuevo The Witcher es su última bala para mantenerse a flote. Al traer de vuelta una IP tan conocida, la desarrolladora se asegura inmediatamente el seguimiento y atención de todo el mundo. Si sale bien, hará olvidar todo lo sucedido con Cyberpunk 2077. Pero, si es otro horror lleno de bugs y problemas, habrá gastado su última oportunidad, y la empresa estará condenada al ostracismo.
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CD Projekt no se puede permitir otro juego más que no esté a la altura de las expectativas, sobre todo de una saga histórica como la de The Witcher. De momento, han querido cortar de raíz desde el principio todo lo negativo que rodeó a Cyberpunk, incluido el crunch. El director a cargo del proyecto, Jason Slama, preguntado en Twitter sobre el riesgo de crunch en The Witcher 4, contestó con un contundente "Nunca a mi cargo", tratando de convencernos de que ese vergonzoso episodio del estudio no volverá a repetirse.
Never on my watch!
— Jason Slama (@SlamaTwoFlags) March 21, 2022
Aún queda mucho para que podamos conocer el resultado de esta historia, más teniendo en cuenta lo que suelen tardar los desarrollos en CD Projekt RED (el primer anuncio de Cyberpunk 2077 fue en 2012). Solo queda esperar con paciencia para presenciar la que será la caída o el resurgimiento de la desarrolladora, pero también para poder disfrutar de una de las sagas más reconocidas y jugadas, salga como salga para la empresa.